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Internacionales

Panamá: Piden impulsar la construcción, reducir el gasto para no perder grado de inversión

La Estrella de Panamá

Expertos advierten que si no se reactiva la economía, para aumentar los ingresos, y no se priorizan los gastos es previsible la pérdida de grado de inversión que mantiene el país desde hace más de una década.

Las restricciones de movilidad impuestas para reducir los contagios del coronavirus redujeron drásticamente los ingresos y obligaron a buscar recursos externos para sostener la estructura económica y social de Panamá, lo que conllevo a una rebaja del Producto Interno de Bruto de US$7.724 millones y un aumento de la deuda de $5.941 millones en diciembre de 2020. En este escenario, la relación deuda pública-Producto Interno Bruto (PIB) aumentó a 70% poniendo en aprietos el grado de inversión que mantiene el país desde 2010.

Expertos advierten de la importancia de reactivar la economía, aumentar los ingresos y reducir el gasto público para evitar que continúe desmejorando la calificación de riesgo. A pesar de la dramática caída de la economía en un 20%, en 2020, Panamá mantuvo su grado de inversión porque las calificadoras todavía confían en el país, piensa el economista y docente universitario, Juan Jované. Antes de la pandemia, la economía panameña pasaba por importantes momentos de crecimiento.

A pesar de que había señales de desaceleración económica, el país continuaba creciendo a un ritmo superior al promedio de Latinoamérica. Ese antecedente demuestra que la economía es pujante y esto ha permitido mantener el grado de inversión, explica el economista Ernesto Bazán. En febrero de 2021, la calificadora Fitch Ratings redujo la calificación del país de BBB a BBB-, pero mantuvo el grado de inversión.

Un mes después, la calificadora de riesgo Moody’s Investors Service, mantuvo a Panamá el grado de inversión del país, pero cambió la perspectiva de negativa a estable y revisó a la baja la calificación soberana de Panamá de Baa1 a Baa2.

En noviembre de 2020, S&P (Standard & Poor’s) también había bajado la calificación de riesgo de BBB+ a BBB, pero también mantuvo el grado de inversión. Las calificadoras han disminuido el puntaje del país, pero no al mismo ritmo del deterioro económico. “Los cambios en las calificaciones han sido ligeros y livianos, pero el deterioro ha sido dramático y drástico”, expresó Bazán.

Sin embargo, si no mejora la recaudación de ingresos y no se reduce el déficit fiscal es previsible otro descenso en la calificación, que podría conllevar la pérdida del grado de inversión, advierte Bazán.

Grado de inversión

En 2010 cuando esta relación deuda-PIB superó el umbral del 40%, Panamá logra su primer registro hacia el anhelado “grado de inversión”, que permitía condiciones más favorables para contratar deudas y es un atractivo para que los inversionistas pongan su dinero con el interés de obtener mejores réditos.

A partir de 2014, la relación deuda-PIB empezó un periodo de retroceso por una desaceleración de la economía y un aumento de la deuda pública. En 2019, superó el límite promedio para alcanzar el grado de inversión y la deuda-PIB alcanzó un 41,9%. La pandemia agravó la situación al disparar la deuda y reducir el PIB para alcanzar cerca de un 70%.

“De los países que tienen grado de inversión, ninguno tiene un nivel tan alto… como el de Panamá, dice Bazán.La relación deuda-PIB es un indicador clave para que las calificadoras emitan un criterio sobre el grado de inversión. Antes de la pandemia, Chile, Uruguay, México, Colombia, Perú y Panamá mantenían el grado de inversión. Colombia lo perdió recientemente de una de las calificadoras.

En la mayoría de los casos, estos países han dado cambios en la perspectiva de calificación, pero el único que llegó a un descenso o una modificación del grado de inversión al grado especulativo fue solo Colombia. Para evitar perder el grado de inversión, los economistas recomiendan reactivar la economía para aumentar los ingresos y reducir el gasto público.

“Si la economía se reactiva va a haber más impuestos y las empresas estatales entregarán más ganancias. Además, tiene que haber una verdadera austeridad”, advierte Jované.

Otra de las fórmulas que propone Jované es reducir la evasión fiscal, que se estima en 8% del PIB, recuperar los dineros de la corrupción que representan un 4% del PIB y usar racionalmente los aportes del Canal de Panamá.

Bazán, por su parte, recomienda equilibrar razonablemente el presupuesto y priorizar los gastos. El indicador deuda-PIB puede continuar deteriorándose si el país continúa gastando mucho y mal.

Al mismo tiempo esto podría conllevar a la pérdida de grado de inversión y un aumento en el costo de endeudamiento del país, detalla Bazán.

Para impulsar la economía, el economista apuesta al sector de la construcción de inversiones públicas con la adquisición de deudas. “El plan de recuperación debe estar dirigido a desarrollar carreteras, puentes, líneas de metros”, concluye Bazán. El sector construcción tiene efectos colaterales en la economía y es conocido como un dinamizador que crea múltiples empleos directos e indirectos.

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