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Opinión

La guerra de Europa nos acerca a una tercera gran guerra

Por Guillermo Serrano (guillermo.serrano@ideasyvoces.com)

Ya hemos escrito acerca de la guerra de Ucrania y Rusia. Desde varios frentes -algunas veces con tintes apocalípticos- y anunciando algunas cosas que se han venido cumpliendo en estos 4-5 meses que dura este conflicto.

Sin embrago, para lo que no estábamos preparados era para el tiempo largo que ha durado todo esto. Y para las consecuencias desastrosas para la economía a nivel global: alza desmedida de los combustibles, carencia de alimentos básicos (incluyendo en el paquete la desaparición de alimentos para lactantes).

Inflación galopante en todos los países del orbe, devaluación de las monedas nacionales en detrimento del dólar o del euro.

Tampoco estábamos listos para avizorar que el rublo (la moneda nacional rusa) se sobrevaloraría, que las reservas monetarias de ese país (invasor, según la prensa occidental) comenzarían a aumentar y que, Rusia, a pesar del bloqueo impuesto por Europa y los Estados Unidos podría enviar petróleo, granos y otros productos a la India, África y la China resarciéndose así de los cierres de mercados en Europa.

Y como corolario, ante la inclusión de Suecia y Finlandia como socios y miembros de la OTAN, Rusia ha declarado que no le afecta esto, excepto que habrá de vigilar la instalación de bases, tropas y misiles en esa frontera y que podrían amenazar la Federación Rusa.

Lo más preocupante, es que las reservas monetarias de Rusia, se empinan sobre los 500 mil millones de dólares. Esto quiere decir, que algo ha fracasado en los discursos, que, a veces parecen incendiarios de los líderes de occidente que tratan de asustarnos con eso de “que viene el lobo” …

¿Estamos cerca de una conflagración nuclear? No, no con esas bombas de 500 megatones. No, pero de las otras. De aquellas que se conocen como bombas estratégicas que pueden destruir todo aquello que tenga células vivas (de humanos y de animales) en un radio de pocas decenas de kilómetros. Que destruyen y contaminan, claro, pero que pueden ser una especie de experimento.

Ya que el otro experimento, aquel que destruyó vida humanas y animales, sucedió en Hiroshima y Nagasaki, hace unos 77 años, cuando los Estados Unidos decidieron que esa solución era lo mejor, aunque acarreara el genocidio de cientos de miles de japoneses, más otros cientos de miles de quemados y afectados por las radiaciones…

Es posible que estemos cerca de la tercera gran guerra. Porque los seres humanos no podemos pasarnos muchas décadas sin conflictos bélicos. Porque los sueños de dominio y de hacerse de un nombre, persigue a la humanidad desde la época antigua, cuando una generación de seres soberbiamente humanos decidió hacerse de una torre, lo suficientemente alta, por si fueran esparcidos sobre la faz de toda la tierra…

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